(Juan Carlos Villamizar – Prensa VUC).- La constancia y el buen desempeño en años consecutivos trabajando en la Liga Dominicana de Verano, fueron motivos suficientes para que Anderson Valero recibiera el llamado a participar por primera vez en la actual temporada de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).
Egresado de Venezuelan Umpire Camp, como la gran mayoría de los jueces noveles, este joven zuliano asume con mucha responsabilidad su ascenso, pues quiere agradecer en el terreno de juego con su trabajo, la oportunidad brindada no solo por Miguel Hernández (Coordinador de árbitros de la LVBP), sino, a quienes él atribuye que fueron sus impulsores a la hora de tomar la decisión de entrar en este medio.
Como buen zuliano, la fraternidad y el gentilicio que caracteriza a su mayoría, conllevó a que Valero pudiera coincidir en un estadal por el año 2011, con Henry León, otrora umpire profesional e ícono de esta carrera. El debutante se le acercó por un consejo a aquella figura de gran estirpe, y desde aquel entonces, prácticamente se convirtió en un pupilo del pintoresco León, conocido en el medio como “Moñoño”.
Aún así, para Valero, quien siempre ha manifestado su intención y ganas de aprender de quienes poseen la experiencia; aprovechó también la ocasión y conoció a David Arrieta, actualmente árbitro de Ligas Menores y quien por cierto también es proveniente del Zulia.
“Desde el momento que empecé a ver su trabajo y como me aconsejaban, promovió una ilusión y un sueño de llegar a donde ellos estaban, incluso más allá”, comentó el espigado juez, previo a su actuación cotidiana de un juego programado entre los Tigres de Aragua y Cardenales de Lara.
Su inquietud y curiosidad por saber más del arbitraje fueron guiándolo hasta realizar su primer gran Campamento, en el año 2013 con VUC. Desde ese entonces, se ha fajado y ha tenido que sacrificar gran tiempo con su familia, para cosechar parte de los frutos de las semillas que ha sembrado.
Desde el 2012 hasta el 2015 trabajó en la Liga Venezolana de Verano y desde el 2016 y hasta el presente año, traspasó las fronteras de su territorio para laborar en la Liga Dominicana de Verano, hasta llegar esta temporada a dar el salto a la LVBP.
EL INICIO AL ÉXITO
A pesar de ser su primer año, tanto él, como el resto de los debutantes, tienen un nivel de madurez que han obtenido por el mismo roce de cada uno de los eventos a los cuales ha acudido.
“Es una realidad formar parte de este staff, pero es más bonito aún cumplir este sueño y estar en el mismo grupo de trabajo con David Arrieta, que es zuliano, que es mi gran profesor”, aseveró Valero.
Anderson no se niega a seguir aprendiendo, pues sabe que el camino todavía es largo para emular la gesta de Manny González y Carlos Torres, su máxima ilusión. “Todos tenemos el sueño de llegar a donde ellos (Manny y Carlos) llegaron, quizás pronto llegarán otros, pero sé que trabajamos fuerte para ello”.
Como a cualquier ser humano que asume por primera vez un reto, cuando a Anderson Valero le tocó saltar al terreno en su primer juego como árbitro profesional de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, pensó que los nervio iban a jugarle una mala pasada. No obstante, el conocimiento y profesionalismo de su trabajo, además de algunas palabras de los compañeros más experimentados, fueron una inyección de calma y serenidad que lo tranquilizaron para realizar una gran actuación en su debut, en un encuentro que se escenificó entre Leones del Caracas y Tiburones de La Guaria en el estadio Universitario de Caracas en pasado 10 de octubre.