(Juan Carlos Villamizar – Prensa VUC) .- La legión de árbitros venezolanos en el exterior sigue ascendiendo, y es que el jovencito Edwin Jiménez hizo el grado y superó todas las barreras de obstáculos durante su periplo en la Escuela de Umpires de Estados Unidos, para ganarse un cupo e ingresar al staff de Ligas Menores (Minor League Baseball).
El criollo, oriundo de Falcón, se adjudicó junto a su colega Jesús Santiago, una beca tramitada por el Ingeniero Juan José Ávila, presidente de la Liga Venezolana de Beisbol Profesiona (LVBP) representar a Venezuela en dicho territorio. Santiago, por razones ajenas a su voluntad no pudo asistir, y toda la responsabilidad de representar a una nación recayó en los hombros de quien forma parte del staff de umpires de la LVBP.
La noticia cuando llegó no sorprendió a propios y ectraños, porque Jiménez está ubicado en el primer escalafón del ranking de Venezuelan Umpire Camp, lugar meritorio y que lo proyecta con un gran potencial de ser a futuro, un criollo más en la «Gran Carpa».
Él, se une ahora a su hermano Emil Jiménez, Jhonatan Biarreta, Raúl Moreno, Robert Moreno, José Navas, Jonathan Parra, Edwin Moscoso, David Arrieta, como los jueces venezolanos que pertenecen al sistema de Ligas Menores, y que siguen los pasos de Manuel González y Carlos Torres, árbitros ya establecidos en Grandes Ligas.
P= ¿Cómo fue el proceso desde que llegaste hasta recibir la noticia?
R= «No fue nada fácil, llegar a ese país (Estados Unidos) solo y tuve que esforzarme al máximo. En la primera fase cuando hicimos el curso introductorio estaba bastante ansioso, los evaluadores hablaron conmigo y me dijeron que estaban satisfecho con mi trabajo y que me iban a dar la oportunidad de verme en el curso de avanzada y bueno, luego me hicieron saber que gracias a mi trabajo, constancia y dedicación, llegaron al acuerdo de que me había ganado un cupo en Minor League Baseball (Ligas Menores), ahí me cambió el ánimo, porque he trabajado mucho para esto».
P= Hace poco estabas lesionado y hoy estás recuperado y en oficialmente en las Ligas Menores. ¿Así de cambiante es esta profesión del arbitraje?
R= «Esta profesión es impresionante (risas). El beisbol es la imperfección más perfecta que puede existir… Yo sufrí una lesión en diciembre y me preocupé por esa cita que tenía ya en Estados Unidos, todos los días me despertaba con la convicción de qué podía hacer para recuperarme y estar sano sin ningún tipo de dolor, y gracias a Dios pude cumplir con ese objetivo de pertenecer a ese selecto grupo de árbitros venezolanos en las Ligas Menores».
P= Si fueras tú quien tuviera que evaluar a Edwin Jiméne ¿Qué observaciones harías para que mejorara dentro del arbitraje?
R= «Esta es una profesión de muchos detalles y siempre hay cosas que mejorar, cuando ya tu crees que estás hecho es donde caemos en el error. Yo le diría a él (refiriéndose a sí mismo) que debe mejorar el inglés, porque el idioma es una herramienta muy importante para el árbitro, ya que es su primera vez en Estados Unidos, además de ir actualizándose continuamente con las reglas del juego»
P= ¿Cómo puedes sacarle provecho y ayudarte con la figura de Emil Jiménez? (hermano mayor y también juez de MILB y LVBP)
R= «No es sólo apoyarme en él, además de su aporte, mi familia entera siempre es de gran importancia para mi. Luego de haber trabajado prrofesionalmente juntos por primera vez en Venezuela (durante un juego de la LVBP) fue un sueño hecho realidad y ahora lo soñamos repetirlo en Estados Unidos. Durante mis días en la academia él me escribía todos los días aconsejándome y yo estoy seguro que muchos de esos tips fueron de gran ayuda para ganarme el cupo. Ahora sé que él va a seguir apoyándome durante mi carrera».
P= ¿En algún momento le has temido al fracaso?»
R= «Empezando mi carrera tuve una situación bastante difícil en el trabajo y mi papá se sentó a hablar conmigo, luego de ello, una vez estando en San Joaquín de Carabobo (lugar donde se escenificaba el Campamento de Árbitros al cual asistía Edwin), me sentí bastante tenso porque no estaba obteniendo los resultados que yo esperaba y el mítico árbitro Henry «Moñoño» León se sentó a hablar conmigo y me dijo: «Mijo quédate tranquilo que tú ahorita no vas a expolotar, tu eres un gran talento, dale tiempo». Aquellas palabras fueron de aliento para mi y me hicieron seguir adelante, pero fueron momentos duros al inicio».
Desde aquel inicio a trompicones, Edwin Jiménez no ha tenido tiempo de pensar en otra cosa que no sea el éxito, y es por ello que cada paso que da, va marcando su huella con aplomo, y dejando en evidencia que el talento puede estar a flor de piel, pero si no lo trabajas y lo conduces por el camino correcto, las metas se desvanecerán más temprano que tarde.